El día de hoy hablaremos acerca de uno de los subtipos de abortos espontáneos, posiblemente el más frecuente, el embarazo anembrionario. Te has preguntado ¿qué sucede cuando un óvulo es fertilizado, más el embrión no se desarrolla?, acompáñanos a conocer la respuesta en este interesante artículo.
¿Qué es?
Una de las realidades más duras que tienen que enfrentar las madres es tener en cuenta que solo una parte de los embarazos terminan ocurriendo de manera exitosa, pues hay algunos que apenas suceden, y por cualquier contrariedad pueden terminarse en un instante. Esto sucede muy seguido por culpa de los abortos espontáneos, como es el caso de los embarazos anembrionarios.
Se podrían definir literalmente como la fecundación de un óvulo por parte de un espermatozoide, pero al final, el embrión que se encuentra en formación nunca llega a desarrollarse para convertirse en un feto. Debido a esto, el embarazo anembrionario puede ser considerado un subtipo del aborto espontáneo ya que; sucede el embarazo pero, este no llega a desarrollarse debido a factores externos a la intención de la madre. También aquellos embarazos en los cuales, empieza el desarrollo del embrión pero se detiene en un etapa temprana, pueden llegar a ser considerados como embarazos anembrionarios.
Aquellos expertos que han investigado el tema lo resumen con nombres como: “Huevo huero”, “Embarazo con huevo vacío” y/o “Saco gestacional vacío”. Al mismo tiempo, también se encargan de aclarar que no existe manera de detener este proceso, además este tipo de aborto espontáneo suele suceder una única vez por mujer (existen casos de mujeres con embarazos anembrionarios recurrentes, pero son extremadamente raros). Tomando esto en cuenta, muchas mujeres ni siquiera pueden notar que sufrieron un embarazo, o al menos hasta que finaliza el 1er trimestre (Ver artículo sobre: Características de la adolescencia).
¿Qué tan comunes son?
Aunque parezca broma, más de la mitad de las mujeres posiblemente haya sufrido un embarazo anembrionario. El problema recae en que, estas ni siquiera logran notar que lo sufrieron y por ello no llega a ser notificado.
Si tenemos que hablar de cifras, aproximadamente alrededor de un 15 a 30% de todos los embarazos que terminan produciendo se terminan convirtiendo inevitablemente en un aborto. De todos estos abortos existen 2 tipos, los cuales están prácticamente igualados en cifras, llegando casi a un 50 – 50 entre sí. Como resultado los abortos espontáneos representan alrededor del 7,5 al 15% de todos los embarazos ocurridos.
Al momento de hablar de los embarazos anembrionarios, estos representan un poco menos del 40% de todos los abortos espontáneos (a pesar que solo un promedio 65% de los que suceden son reportados), por lo cual, el 3,25 al 6,75% de todos los embarazos terminan convirtiéndose en un embarazo sin embrión.
Dato curioso:
En realidad, el término Embarazo anembrionario se encuentra errado. El proceso en el cual el espermatozoide fecunda el óvulo debería terminar acarreando un embrión, pero en el caso anembrionario esto jamás ocurre; por lo cual, no sucede la formación de un feto y por ende no existió ningún tipo de embarazo. Si bien el proceso parece más un embarazo, en realidad sería mejor definido bajo el concepto de un aborto espontáneo, ya que éste encaja mejor en la pérdida de un embarazo debido a factores externos a la voluntad de la madre (Ver artículo sobre: Embarazo de alto riesgo).
Consecuencias
Si usted está sufriendo un embarazo anembrionario o alguien cercano usted lo padece y le preocupan las consecuencias del mismo, no tiene que asustarse por nada. Las consecuencias físicas son prácticamente nulas, no se muestra ningún tipo de daño en aquellas mujeres que sufren este tipo de aborto espontáneo, principalmente por el hecho de que, el embrión jamas se formó y los residuos son bastante pequeños. Aquellas personas que temían algún daño físico no deben preocuparse por el embarazo sin embrión. Una pequeña posibilidad de algún daño sería el legrado (el cual no es obligatoriamente necesario en este tipo de aborto), pero eso sería algo externo a las consecuencias del embarazo anembrionario.
Por otro lado, sí existen posibilidades de alguna consecuencia psicológica bastante grave. Estas mujeres suelen pensar que han quedado embarazadas y al enterarse que ni siquiera llegó a formarse el bebé entran comúnmente en un estado de shock. Lo más posible es que terminen padeciendo las etapas del duelo y posteriormente necesitando alguna asistencia médica. En el peor de los casos, podría terminar padeciendo una depresión.
Síntomas
Detectar un embarazo anembrionario es difícil, más no imposible. La principal razón para que sea tan complicado saber si estás padeciendo un embarazo anembrionario sería que también se manifiestan los síntomas comunes que suelen verse en un embarazo cualquiera. Por dicha razón es muy probable que en los test de embarazo convencionales (aquellos que utilizan la orina, o mejor dicho la hormona que segrega la orina durante el embarazo) pueden dar positivo.
Lo que diferencia este de los demás tipos de embarazo al momento de detectarlo son la repentina disminución de los síntomas normales. Cuando de repente no se presentan síntomas (entiendanse náuseas, contracciones, dolor de cabeza, cansancio generalizado, entre otros), lo más probable es que estés sufriendo los efectos de un embarazo sin embrión.
¿Cómo detectar un embarazo sin embrión?
Aquí encontrarán cómo identificar los embarazos anembrionarios o también conocidos como embarazo sin embrión:
- Confirmación del embarazo: Primeramente es necesario que se realice una confirmación del embarazo. Si una persona NO se encuentra embarazada, es imposible que se desarrolle un embarazo anembrionario. Podemos comprobarlo fácilmente con un test de embarazo de orina, ya que estos dan el resultado positivo incluso durante este subtipo de aborto.
- Síntomas convencionales del embarazo: Lo siguiente sería que el individuo empieza a mostrar los síntomas normales que pueden apreciarse en los primeros meses del embarazo. Entre los más comunes se encuentra: Dolor en los senos, crecimiento sustancial del abdomen, náuseas y vómitos, antojos, contracciones, detenimiento de la menstruación y posiblemente cansancio (Ver artículo sobre: Consecuencias de un embarazo precoz).
- Fuertes dolores abdominales: Posteriormente deberemos estar atentos a los dolores que se produzcan, especialmente a los de la zona abdominal. Estos se parecen bastante a aquellos que provienen de la menstruación.
- Disminución de hormonas y síntomas: Cuando el embarazo sin embrión llegue a su etapa final, aquellos síntomas provenientes del embarazo comienzan a decaer rápidamente hasta quedar casi nulificados.
- Sangrado Vaginal: Finalmente cuando esté a punto de finalizar el embarazo sin embrión, lo más probable es que la mujer empiece a sufrir un constante sangrado vaginal.
Embarazo anembrionario y nuevo embarazo
Una de las muchas preocupaciones de las mujeres que desean ser madres pero acaban de sufrir un embarazo sin embrión es la posibilidad de volver a ser madres. Para suerte de ellas, la posibilidad de que vuelva a sucederles otro embarazo embrionario son mínimas, por lo cual, no deberían presentar otra vez dicho problema.
Teniendo eso en cuenta, los médicos y profesionales de la medicina si poseen ciertas recomendaciones para aquellas mujeres que están interesadas en volver a concebir. La primera de ella es abstenerse de los planes de embarazo al menos hasta que la mujer vuelva a tener su menstruación con normalidad. Esto se debe a que, si la menstruación obtiene su normalidad está asegurado la terminación del embarazo embrionario y además, disminuye bastante la posibilidades de abortos involuntarios, en comparación de poseer trastornos menstruales.
Si los padres están impacientes, todavía existe una técnica para poder acelerar el proceso y no tener que esperar alrededor de unas 4 o 6 semanas. El legrado consiste en la extracción del tejido de gestación que suele quedar como restos dentro del útero materno.
Recomendación emocional:
El embarazo anembrionario es un subtipo de aborto, por ende es normal que deje fuertes secuelas en los allegados al bebé, especialmente la madre. Cuando uno de estos sucede es muy probable que los deseos de volver a tener otro hijo se desvanezcan. Debido a ello, se recomienda someterse a una recuperación emocional completa antes de volver a intentar volver a tener otro hijo.
¿Cuál es la causa?
Una de las principales dudas de aquellas personas que fueron víctimas de un embarazo anembrionario es conocer que acción causó y/o incito a que ocurriera un embarazo anembrionario. Los especialistas investigaron sobre el tema y recientemente encontraron la respuesta. La mayoría de los embarazos sin embrión son principalmente causados por algún tipo de división de células, el cual se supone que no debería estar ocurriendo con normalidad.
Un segundo causante sería un esperma de mala calidad o mejor dicho, espermatozoides defectuosos. En este caso, también podría ocurrir por culpa de los óvulos que presenten los mismos problemas que el esperma (Ver artículo sobre: Riesgos del embarazo en la adolescencia).
Finalmente cuando el organismo femenino encuentra alguna de las anomalías anteriormente descritas procede a reconocer la irregularidad como una especie de amenaza contra el cuerpo, terminando con la detención inmediata del desarrollo del embrión.
¿Cuánto dura?
Si bien cada cuerpo reacciona diferente a este tipo de problemas, lo normal es que un embarazo anembrionario dure máximo 12 semanas, o por el contrario durar un mínimo de 6. Los datos afirman que los síntomas suelen aparecer alrededor de la 1 primera semana de “gestación” (debe recordar que NO está ocurriendo la fecundación del óvulo o esta se detuvo). Posteriormente a que se muestren los síntomas del embarazo normal, estos suelen detenerse promediando el 3er trimestre.
Puedes llegar a identificar cuando va a acabar un embarazo anembrionario aproximadamente en la 10ma semana, debido a que se pueden observar manchas de color marrón y un poco de sangre. Esto ocurre cuando la mujer va al baño, pero al contrario de la mayoría de aborto, no se llega a presentar ningún tipo de dolor junto al sangrado.
Además de los síntomas anteriormente mencionados, es posible que el dolor en los senos producidos por su crecimiento en el embarazo se vea reducido. La manera final para asegurarse que ha finalizado completamente el embarazo anembrionario es ir a un centro médico y realizar un “sonograma vaginal”. Después de realizar el mismo, este no debería mostrar nada en absoluto, además de presentar un mínimo de la hormona del embarazo.
Expulsión
El proceso que se realiza para poder expulsar el embarazo anembrionario ocurre normalmente de manera natural, por lo cual, no es necesario tener que preocuparse por el hecho de expulsar los restos del supuesto embarazo (Ver artículo sobre: Ley sobre el aborto).
Este da inicio aproximadamente en algún momento temprano del 3cer trimestre, la manera más sencilla para poder identificarlos es que va a ocurrir dentro de poco el proceso de expulsión son manchas de colores marrones y/o rojizas oscuras. A pesar de ello, no todos los cuerpos reaccionan igual, por ello hay mujeres que pueden sufrir el proceso de expulsión mucho antes, cuando apenas se está formando la placenta alrededor del 2do trimestre o mucho más tardío por aquellos comienzos del 4to trimestre de gestación.
Al momento de expulsar el “saco vacío” (debemos recordar que no existe ningún bebé adentro), pueden pasar 2 cosas: 1° se expulsa completamente todo el tejido de manera natural junto al periodo mensual de la mujeres, siendo esto lo más común (alrededor del 65% de los casos) ó por el contrario se mantiene de manera total o parcial algunos restos de la placenta y por ende se necesita recurrir a un legrado o cualquier otro método para inducir la expulsión.
Natural
Se encuentra caracterizado por una salida indolora del tejido y restos provenientes del embarazo sin necesidad de utilizar ningún tipo de influencia como pastillas y/o el legrado. Cuando va a suceder una expulsión natural, gran parte de las veces este proceso comienza antes de, que la mujer diagnostique que sufre un embarazo sin embrión, dando inicio de manera involuntaria la expulsión del tejido de la placenta.
También es conocido que, anteriormente existieron mucho abortos espontáneos que sucedían en la antigüedad sin ninguna causa aparente. Posiblemente todos estos eran embarazos anembrionarios los cuales no podían ser detectados por las tecnologías de la época. Para finalizar deberás ir a donde tu médico y pedirle que te examine, para tener certeza que no existe ningún residuo dentro de tu cuerpo que termine causando un daño posterior. Esto puede demostrarse con una menstruación normal, la cual suele suceder alrededor del 1 mes después de haberse completado el proceso de expulsión.
Inducida
A veces la naturaleza y el mismo organismo no es capaz de lograr su objetivo. En dichos casos, cuando la expulsión de un embarazo sin embrión presenta contratiempo; se deben tomar medidas para activar el proceso de expulsión. Para asegurarte si podrás tener una expulsión adecuada de tu embarazo anembrionario lo mejor es recurrir a un especialista que diagnostique la situación y te aconseje.
Suelen caracterizarse por un dolor leve en la zona del vientre, bastante parecido al de la menstruación solo que de manera seguida durante todo el periodo de expulsión. También es bastante probable que el manchado ocasional de color marrón sea muy poco o que incluso se detenga. En cualquier caso, las mujeres suelen optar por 2 tipos: Pastillas abortivas y/o Mecanismos de legrado.
Las pastillas no presentan casi ningún inconveniente e incluso podrías realizar tu aborto en casa. Debido principalmente a que el tejido no suele ser muy grande en comparación de un embarazo normal. En aquellos casos donde se expulse de manera parcial la placenta, se debe recurrir al 2do método. Finalmente quedan los mecanismos de legrado, los cuales consisten en extraer de manera quirúrgica los restos provenientes del embarazo, procediendo sin casi ninguna falla en el proceso. Posteriormente se deberá ir al médico hasta que suceda la primera menstruación normal, indicio de normalidad en el organismo femenino.
Sin sangrado
En la mayoría de los abortos el sangrado es un síntoma común, y el embarazo anembrionario no es la excepción presentando manchas de color marrón o rojizo oscuro. A pesar de ello, no todos los organismos reaccionan de la misma forma a un embarazo sin embrión. Algunas mujeres que han padecido este tipo de problemas afirman que jamás presentaron ningún tipo de sangrado que pudieran hacerlas intuir que estaba sucediendo.
También existe la posibilidad de que los síntomas se detenga repentinamente sin siquiera iniciar el sangrado. La explicación más lógica es que, la sangre termine mezclada con la orina y esta pase desapercibida cuando la mujer tenga que ir al baño. Todo esto es posible gracias a que algunas mujeres pueden sangrar más que otras en los abortos, incluso algunas de ellas ni siquiera llegan a notar esto (Ver artículo sobre: La Familia en la Biblia).
Los especialistas han decidido por ello dejar el sangrado como una manera de avisar la detención del embarazo, más este no asegura que este vaya a terminar de manera segura. La mejor forma para averiguar si están sufriendo un embarazo anembrionario es realizarse una “ecografía transvaginal”, la cual podrá ser efectiva después del 2do trimestre de gestación.
Resumiendo, si existen aquellos embarazos anembrionarios que puedan ocurrir sin sangrado, o mejor dicho con un sangrado tan mínimo que ni siquiera llegue a notarse, solo que son bastante raros de ver.
Esperamos que el artículo sobre el embarazo anembrionario haya sido de su agrado.